Panelistas------------
2 participantes
Panelistas------------
Panelistas
Es una sala. Los sillones están forrados de terciopelo color vino y los descansabrazos son de caoba barnizada con el mismo tono marrón. Hay una mesita de centro – solo que esta es de un tono natural – y, sobre la misma cuatro tazas con café capuchino (para ser exactos). Los dueños de las bebidas están sentados cómodamente. Se han reunido ahí para discutir sobre un plan que se han trazado meses atrás. Ellos son productores de una televisora. Y dicha idea consta de crear un programa de polémica (como tantos muchos que ya hay; pero ese tipo de emisiones televisivas son las que les gustan a las personas).
Uno de ellos se lleva su taza a la boca, bebe un poco y, luego de colocarla en la mesa dice – La cuestión no es que este sea una idea choteada, sino que da resultados excelentes. Ya saben, a la gente le atrae el morbo. Pon en la televisión videos con tangas y muchas personas los verán. Emite un programa donde se exhiban golpes y tendrás al publico al frente de su aparato… – uno más lo interrumpe – ¿Nos estas sugiriendo que haya morbo en nuestro programa? – Aquel se sonríe y contesta – De toda clase. Puede ser desde una niña que fue violada por su propio padre hasta un tipo que tenga sexo con animales – un tercero se lleva la mano al bolsillo y saca una cajetilla con cigarros. Saca uno y se lo lleva a la boca. Antes de encenderlo les ofrece a los demás y ellos aceptan. Da una bocanada y, luego de exhalar, toma la palabra – Pues lo crean o no, tengo la primera idea para el primer programa – ¿De qué se trata? – Preguntó uno de los presentes – Aquel vuelve a sonreír y habla…
La idea es esta – dijo el tipo de nombre Lester –: Al principio del programa, Samanta (la conductora) presentará a una niña de, digamos doce años, la cual argumentará que le revelará un secreto (un terrible secreto) a su madre. La pequeña estará llorando desde el principio del programa y, Samanta fingirá consolarla – eso conmoverá al publico en general – Después, la conductora dirá que la madre de la niña hará acto de presencia y, que ese es el momento de revelarle aquel secreto que la ha estado atormentando durante todos estos años.
Un trago más al café…
Otro de los presentes (el cual responde al nombre de Thomas) se sonríe.
Entonces la madre entrará al estudio y, luego de saludar a Samanta y a la niña – la cual no será su hija en verdad, pero en el programa se dirá que sí lo es –, la conductora le dirá que tome asiento y, que escuche con atención a su hija (su supuesta hija), que esta tiene algo muy importante (y delicado) que decirle. La mujer, a la cual llamaremos Anna; pero que en realidad tendrá otro nombre, fingirá angustia, pues imagina que le revelaran algo nefasto. Y así sucede: La hija le pregunta que si aun recuerda aquellos días angustiantes en los que había sido raptada y que ella (la madre) tenía el alma llena de angustia, a lo cual responderá que sí. Cerrará los ojos y suspirará profundamente, a la vez que las lágrimas se dejan ver en sus ojos; ella los secará con un pañuelo desechable que le dará Samanta – ¿Cómo olvidar aquellos días, hija mía? – Responderá ella, a la vez que tomará a su hija de la mano – Si no hubiese sido por tu padre, que de alguna forma logró reunir el dinero para tu rescate, no estarías más con nosotros – en ese momento la conductora hará un gesto de contrariedad (fingido, claro está) y le dirá – ¿Eso hizo tu esposo, reunir el dinero para el rescate? ¿Y que pasó con lo que tu habías juntado? – Anna responderá – no era suficiente; el secuestrador pedía más de lo que yo había reunido – Solo faltaba la décima parte – dirá la conductora, a lo cual la mujer responderá con un sí (no hablará, solo moverá la cabeza) - ¿Y tu esposo de donde consiguió la parte – la pequeña parte – que faltaba? – Él dijo que de su trabajo – en ese momento la conductora lanzará un grito que significará: Que estúpida eres – Tu esposo hace mucho que fue despedido de su trabajo por robo a la empresa – Anna se pondrá de pie y gritará – ¿Que? – Tal como lo oyes… tu hombre fue despedido hace ya tiempo por robarle dinero a la empresa – Luego hará una sonrisa demencial he irónica – y su despido fue antes del secuestro de tu hija – La mujer abrirá grandes los ojos, como sospechando algo y, Samanta se dirigirá a la niña y le incitará a confesarle toda la verdad a su madre. Y la pequeña lo dirá todo.
Uno de los ahí reunidos (el cual responde al nombre de Walter) interrumpe a Lester – entonces es ahí donde la niña le confiesa todo a su madre ¿verdad? – Lester responde – Sí. Y la indignación de la madre se hará presente en todo su apogeo…
En esos momentos, Samanta mandará a un corte comercial; no sin antes mencionar que, al regreso de la transmisión, el padre de la niña (al cual llamaremos Frank, pero que en realidad se llama Allan) hará su aparición en el set. Que él lo ignora todo (aunque nosotros sabemos que no es así) y que ni se imagina la que le espera.
Luego del corte comercial – continua hablando Lester – hará su presentación el padre de la niña. Samanta lo invitará a sentarse junto a ella; él se encaminará hacia la silla que le han ofrecido y, al pasar junto a su esposa (su fingida esposa), ésta se arrojará hacia él con las uñas por delante y él se cubrirá la cara para no ser arañado. La mujer entonces comenzará a lanzarle manotazos a la cara, la cual mantendrá cubierta y, a pesar de tener desde el cuello para abajo descubierto, la mujer – Anna – no hará ni el intento por tocarlo (por golpearlo)…
Los genitales están sin protección alguna.
Los de seguridad permanecerán impasibles, sin hacer el menor intento por detener a la mujer que “golpea a su marido”, pues esperan la orden de la conductora por parar aquello… pero Samanta dejará que el ataque de la mujer dure un poco para que el público se divierta viendo aquello. Luego de unos momentos, indiferentemente ordenará a los de seguridad que paren la agresión. Estos obedecen y su actitud es autómata.
Luego de aquello, el tipo tomará (por fin) asiento junto a Samanta. Atrás de él permanecerá un elemento de seguridad, el cual lo tendrá sujetado por los brazos; y uno más a su esposa para evitar otro ataque. Entonces el tipo (Frank) se dirigirá a su mujer y, con gritos le reprochará su agresión y le dirá que está loca (entre otras ofensas más). Pero en esos momentos la conductora se pondrá de pie y se encarará al tipo y le ordenará que guarde silencio, porque ahí el único loco es él. Frank hará un gesto de contrariedad y preguntará de qué se trata aquel asunto, a lo cual Samanta responderá – Se trata del secuestro de tu hija – y el hombre, con los ojos y la boca muy abiertos comenzará a balbucear. Samanta hará un gesto mezcla de burla y de enojo. Luego se dirigirá a la niña y le dirá que repita aquello que le contó a su madre. Ella lo hará… dirá todo…
Todo sobre su secuestro; el cual fue perpetrado por su propio padre.
En esos momentos el sujeto se zafará de los brazos del guardia (la gente nunca se preguntará como es que se soltó tan fácilmente de los brazos de aquel corpulento hombre, siendo Frank de cuerpo tan flácido y estando ese tipo de personas – los elementos de seguridad – acostumbrados a someter a sujetos de mucha mayor corpulencia que Frank, y sin que estos tengan la menor posibilidad de soltarse) y se abalanzará hacia la niña para golpearla por haberlo acusado; pero antes de que pueda tocarla, el de seguridad volverá a someterlo y, esta vez para no soltarlo. Y Samanta, al ver la reacción de Frank, se le encarará y le dirá –
¿Es que acaso estás loco? – El hombre se le quedará mirando muy fijamente y refunfuñará… pero no dirá nada y, a este respecto, la conductora dirá (a los de seguridad) – Sáquenlo del set y, a esta orden, el elemento de seguridad que lo está agarrando y otro más, se lo llevarán por la fuerza fuera del set. Será una locura creer que se necesiten dos tipo como esos para despedir a un tipo como Frank (con uno solo de ellos bastaría para expulsar a dos Franks al mismo tiempo), pero el publico nunca pensará en tal cosa; ni se cuestionarán porque solamente fue desterrado del set y no llevado a prisión por secuestro (el secuestro de su propia hija).
Luego, a unos momentos de finalizar el programa, Samanta se dirigirá a la mujer que llamaremos Anna y a la niña, las abrazará y les dirá que pueden contar con todo su apoyo y le ofrecerá un trabajo a la mujer y a la niña pagarle todos sus estudios…
Les aseguro que eso hará dar gritos de júbilo al público, pues creerán que Samanta es de alma altruista.
Y eso será todo. Ahí terminará nuestro programa.
Y así sucedió; en los camerinos, mientras preparaban a los actores, se les daban las últimas indicaciones para que todo saliera bien.
El programa comenzó; y todo se fue trasmitiendo tal y como se había planeado.
Y sobra mencionar que hubo varios reclamos de parte del público indignado, los cuales lanzaban toda sarta de ofensas a aquel hijo de puta que se había atrevido a secuestrar a su propia hija. Le dirigían cosas como: Te mereces el infierno. La muerte es poca cosa para ti. Te arrancaré la piel a tiras, maldito bastardo de puta mierda…
Y otras frases similares.
Desde sus lugares, los productores sonreían satisfechos del éxito obtenido.
Así pasaron los minutos hasta que dio fin el programa… el cual terminó con un abrazo – y llantos – entre “Anna” y “su hija”, las cuales le agradecían de todo corazón a Samanta por su “valiosa ayuda”.
Rato después, los actores: Frank, Anna, la niña y los productores se fueron a comer a un restaurante que hay cerca de los estudios de televisión para celebrar el éxito del programa.
El primero en terminar ha sido Allan (Frank), el cual argumenta que tiene que retirarse lo antes posible, pues tiene unos asuntos que arreglar. Se despide de sus compañeros actores y de los productores. Sale del restaurante y se dirige hacia su auto que ha dejado estacionado cerca de los estudios de televisión (escondido del público)…
Pero apenas ha caminado dos cuadras, cuando es interceptado por una muchedumbre enardecida; quienes no son otros que el público del programa donde él acababa de participar…
Donde se dijo que él había secuestrado a su propia hija.
La multitud (armados con palos y piedras) se le acercaron y…
La mujer que mira el ataúd de Allan (Frank) mientras es bajado por los empleados del cementerio, no es otra que su – ahora – viuda, quien siempre lo recordará como el mejor esposo del mundo…
Pero aquellos que lo mataron solo tendrán en sus mentes que aquel tipo era solo un maldito de mierda.
FIN
Autor: Beto
Armando Lopez- Mensajes : 472
Fecha de inscripción : 25/08/2012
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.